MARZO 2017 - JUNIO 2017
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El escudo nacional mexicano es la insignia a nivel mundial que en su iconografía reúne el mayor número de elementos biodiversos, esto es, de flora y fauna. La lectura científica implícita en su descripción biológica revela aspectos de la riqueza natural de algunos de los ecosistemas de este amplio territorio. Ninguno de sus atributos implica conceptos beligerantes, por el contrario, el valor simbólico de cada uno de sus elementos evoca el legad de nuestro pasado histórico. La importancia de llevar a cabo una exposición temporal para historiar su origen y devenir en el año en que se conmemoró el centenario de su uso en la forma en que lo conocemos y nos representa hoy en día dio origen a esta exhibición.
Escudo Nacional. Flora, fauna y biodiversidad fue un proyecto inédito y multidisciplinario de colaboración entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Estuvo integrada por 390 objetos provenientes de doce acervos institucionales pertenecientes al propio INAH, al Instituto Nacional de Bellas Artes y a otros privados, así como de nueve coleccionistas particulares de la Ciudad de México.
El recorrido partió del tema “Simbología mexica”, un apartado dedicado a mostrar la importancia y los distintos significados del águila, de la serpiente, del nopal, las tunas, el agua y la piedra entre los mexicas. El segundo tema, “La guerra de los símbolos”, fue acerca de cómo el antiguo mito fundacional de la ciudad de México-Tenochtitlán, conformado por la imagen del águila posada sobre un nopal y sometiendo a una serpiente, se mantuvo imborrable entre los indígenas luego de la Conquista española y durante los tres siglos del dominio virreinal. El tercer apartado, “Emblemas mexicanos”, dio cuenta de las distintas composiciones de los escudos del México independiente. La trascendencia y recuperación de esta composición iconográfica indígena durante los dos primeros gobiernos del México Independiente, además de darle individualidad al emblema y ser la imagen de la bandera, volvió a unir a la nación con sus raíces más antiguas a la vez que la proyectó hacia el futuro. Continuando con la historia del silgo XIX, “La Patria en sus alegorías” representó un recorrido visual por las formas y muy variados soportes en los que los gobernantes decretaron la forma y el uso de un determinado escudo como una nueva expresión de independencia, legitimidad política y reafirmación ideológica. “Parafernalia nacional” abordó la gran variedad de objetos que retomaron los colores de la bandera para construir vistosos relatos en torno al orgullo patrio. El eje titulado “Vuelta al pasado indígena” refirió la forma en la que durante el periodo porfirista la recuperación de la historia antigua del territorio compuso una de las mayores aventuras en el campo del conocimiento de que tengamos noticia. El penúltimo tema, “La revolución del escudo”, abordó la forma en la que al cabo del fin de la Revolución Mexicana el águila, vista de frente y con sus imponentes alas abiertas dominó estandartes, banderas, papelería, monedas y billetes de Francisco I. Madero, Francisco Villa, Emiliano Zapata y del propio Venustiano Carranza. “Nuestro escudo nacional hoy” invitó a la reflexión acerca de los distintos procesos por los que el escudo nacional mexicano transitó hasta lograr su configuración actual. Tras la circulación de distintas versiones desde 1821, fue hasta el Decreto del 17 de agosto de 1968 emitido por el presidente de la república, Gustavo Díaz Ordaz, cuando se hizo oficial el actual emblema.
La muestra Escudo Nacional. Flora, fauna y biodiversidad se presentó en la sala de exposiciones temporales del Museo Nacional de Antropología del 2 de marzo al 4 de junio de 2017 y recibió 105,756 visitantes.
