GABINETE DE LECTURA

El pintor y escultor guatemalteco Jacobo Rodríguez Padilla falleció en París el 5 de octubre de 2014, a la edad de 92 años. Rodríguez Padilla había nacido en la ciudad de Guatemala el 20 de agosto de 1922, siendo hijo del pintor Rafael Rodríguez Padilla, fundador en 1920 de la Escuela de Bellas Artes de ese país. A mediados de 1963, Rodríguez Padilla entró a trabajar en la realización museográfica del Museo Nacional de Antropología en medio del clima fraternal que había entre los diversos pintores que realizaban murales y frisos. Él pintó un mural que representa la vida en las sociedades aldeanas ubicado en la Sala del Preclásico en el Altiplano Central, además de una pintura en la Sala Los toltecas y el Epiclásico, actualmente fuera de exhibición. De esa época de su vida como artista le comentó en 1971 lo siguiente a la antropóloga Stella Quán Rossell:

“En el plano de trabajo, ha sido lo más interesante que he hecho en México. Nunca hice un trabajo con tanto empeño, con tanta satisfacción. Al mismo tiempo, yo sentía que mi trabajo estaba siendo remunerado. Esta actividad en el Museo me permitió hacer ciertas economías: por primera vez en mi vida pude dedicarme a trabajar en lo mío todo el tiempo…"[1]

En nuestro país entró en contacto con los pintores guatemaltecos Rina Lazo y Juan Antonio Franco, igualmente radicados en la ciudad de México a raíz de la caída del gobierno democrático de Jacobo Árbenz por el golpe de Estado que fomentó la intervención norteamericana, y quienes para entonces, eran ayudantes de Diego Rivera. Rina Lazo habría de participar en 1966 en la museografía del Museo de Antropología con la realización de la copia de los murales de Bonampak.

Rodríguez Padilla había llegado a México en febrero de 1957 procedente de París, a donde había viajado el año de 1952 con una beca del gobierno guatemalteco para realizar estudios de arte. Su carrera como artista la había iniciado en la Escuela de Bellas Artes de su país a finales de la década de 1930 y, a partir de 1946, había sido uno de los animadores del Grupo “Saker-ti”, que reunió artistas y escritores ligados a la Revolución de Octubre de 1944. Sin embargo, la caída del presidente Jacobo Árbenz en junio de 1954 lo obligó a dejar -junto su familia- la capital francesa por falta de recursos económicos. En México permanecería durante 17 años antes de regresar una nuevamente a París en el curso del año de 1973, donde radicó hasta su reciente adiós.