FEBRERO 2019 - ABRIL 2019
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En el municipio de Charapan, Michoacán, se distinguen tres comunidades que para su sustento desarrollan diversas producciones artesanales que complementan con actividades como la agricultura, el trabajo del bosque y la migración. Cocucho y Ocumicho se destacan por la manufactura de figuras y ollas de barro, mientras que la comunidad de San Felipe de los Herreros es reconocida por sus textiles deshilados y bordados. Estas actividades artesanales, aunque son una contribución poco significativa a la economía de Michoacán, constituyen una fuente importante de ingresos para las familias.
Las mujeres de la comunidad de Cocucho enfrentan cotidianamente el desafío del trabajo con barro para lograr ollas de distintas dimensiones: la experimentación en cuanto a formas, grosor, tamaño, color y decoración, y la inspiración son dos elementos permanentes en sus actividades artesanales. La realización de estas ollas se acompaña con la observación de las reacciones de los compradores. Como un reto adicional, además de la dificultad propia de las técnicas del barro, los intereses del mercado se transforman de modo constante.
En la exposición Desafío en barro se exhibieron nueve piezas que pertenecen a las colecciones etnográficas del área purépecha del Museo Nacional de Antropología, once piezas de la colección personal de la investigadora Catalina Rodríguez Lazcano y una urna funeraria con tapa facilitada por el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA) proveniente del sitio arqueológico de Malpaís Prieto que atestigua las costumbres funerarias de los que habitaron este asentamiento entre 1250 y 1450 d. C. La muestra se enriqueció también con la edición facsimilar de la Relación de Michoacán facilitada por la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
Esta exposición presentó a la alfarería como un quehacer de larga duración en lo que hoy es el estado de Michoacán, es decir, el discurso curatorial dio cuenta de la semejanza de técnicas y formas de los recipientes a través de una línea general del tiempo, sin pretender sugerir una continuidad en ello. La muestra buscó resaltar la vigencia de las formas, las técnicas de manufactura y los usos a través del tiempo, a partir de piezas aparentemente sencillas y otras en las que destacan los marcados cambios e innovaciones de las desafiantes técnicas de modelado del barro. Así, la exposición transportó al visitante a través de la historia de las comunidades del actual territorio michoacano, desde los primeros asentamientos conocidos hasta la lógica del mercado del siglo XXI.
Desafío en barro se exhibió en la Media Luna del vestíbulo del Museo Nacional de Antropología y estuvo abierta al público durante el mes de marzo de 2019.
