NOVIEMBRE 2024
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Esta pieza fue hallada en el antiguo asentamiento de El Pochote, en el estado de Guerrero. La figura se encontraba en el interior de una oquedad rectangular recubierta de piedras en el centro de la Estructura 12, junto con otras tres figuras similares, una vasija y restos de carbón y ceniza.
El descubrimiento se realizó durante las excavaciones arqueológicas previas a la construcción de la presa La Villita, entre los años 1966 y 1967. La presa se ubica en el cauce del río Balsas, cerca de su desembocadura en el Océano Pacífico, en la zona limítrofe entre Guerrero y Michoacán. Estos trabajos fueron coordinados por el arqueólogo José Luis Lorenzo del Departamento de Prehistoria del INAH, quien contó con la colaboración de Jaime Litvak, Norberto González, Miguel Medina, Gerardo Cepeda, Robert Chadwick, Aldir González y Rubén Cabrera Castro, además de alumnos de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
Durante la prospección arqueológica se registraron 72 asentamientos, de los cuales se excavaron seis: cuatro en Michoacán y dos en Guerrero. Las investigaciones registraron una amplia secuencia desde el Preclásico Medio 1000-400 a.C. hasta el Posclásico Tardío 1300-1500 d.C. El Pochote, uno de los sitios más relevantes, alcanzó su máximo desarrollo entre 1300 d.C. hasta el contacto con los españoles en el siglo XVI. El asentamiento se extendía por una ladera que bordea la ribera del río donde sus habitantes construyeron casas y templos.
Estas sociedades sustentaban su economía en la agricultura, con el cultivo de maíz, chile y frijol. Contaba con metates y morteros para la preparación de alimentos. Desarrollaron técnicas metalúrgicas especializadas, principalmente en el trabajo del cobre. Producían objetos utilitarios como agujas, anzuelos, y cascabeles. Así como algunas otras herramientas, cuchillos, raspadores, puntas de lanza y puntas de proyectil de obsidiana.
Los personajes representados en esta pieza se encuentran de pie, dispuestos sobre una base hueca rectangular. Llevan una banda en la cabeza que se sujeta con un elemento circular en la parte posterior y una piel en la espalda atada por el frente. En el conjunto de estas esculturas se observa que en sus manos sostienen objetos circulares que pueden interpretarse como escudos, o bien elementos alargados que representan armas, de tal manera, que estos personajes pueden ser interpretados como guerreros. Es importante señalar que estos asentamientos estuvieron en una zona de conflicto por estar situados en la frontera de los imperios tarasco y mexica; si bien en el año 1460, fueron conquistados por el ejército tarasco del cazonci Zizispandaquare.
Dr. Eliseo Padilla Gutiérrez
Curador-investigador, MNA-INAH