JUNIO 2021
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Cuando hablamos de un metate, la base de piedra volcánica rectangular que se usa para moler, es necesario hablar también del metlapil, complemento hecho del mismo material en forma cilíndrica y alargada. Los nombres de ambos objetos provienen del náhuatl metlapali o metatl, que se conforman por lo términos me, aféresis de ome, dos y tlateci que significa moler algo, es decir “dos que muelen algo”.
El metate es un instrumento que se usa desde tiempos prehispánicos, tanto para la preparación de alimentos como para la obtención de pigmentos y preparación de sustancias medicinales. Sin embargo, en tiempos modernos con la aparición de molinos mecánicos, manuales y tortilladoras, el metate ha caído en desuso en el sentido de que ya no se realiza todo el proceso de molienda del maíz para la elaboración de tortillas, no obstante, su empleo se mantiene en la elaboración de comidas rituales como el mole, los tamales y el chocolate. Para preparar este último, se acostumbra calentar con brazas colocadas debajo del metate desgastado para que el molido se haga chicloso y puedan moldearse mejor las tablillas.
En la comunidad zapoteca de Teotitlán del Valle, en los denominados Valles Centrales de Oaxaca, la función del metate se relaciona con la identidad de la mujer dentro del grupo doméstico. Es un instrumento tan importante e indispensable en el hogar, que forma parte de la dote matrimonial y no puede faltar entre los regalos que se dan a la joven pareja. Incluso, es costumbre que sean los padrinos de confirmación de la novia los responsables de regalar un metate o un baúl, los cuales se llevan a su nueva casa después de la ceremonia religiosa.
Mtro. Efraín Cortés
Curador-investigador, MNA.
