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MARZO 2020

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Número de Catálogo: 06.0-02115


Jugador de pelota de Monte Albán


El juego de pelota prehispánico se practica en el área cultural de Oaxaca -con algunas variantesdesde hace más de 2,300 años. Una de las ciudades más antiguas donde se hace mayor alusión al juego de pelota es Dainzú, ubicada en el valle de Tlacolula. En la cima del Edificio A de esta ciudad se encuentran petroglifos y lápidas talladas con cabezas de jugadores, evidenciando la práctica de la decapitación íntimamente relacionada con el juego en la que sus participantes portaban una ataviada y rica indumentaria que fue posiblemente heredada a Monte Albán, principal ciudad zapoteca, donde se ha localizado evidencia del juego de pelota desde el 40 a.C.

Una de las figuras de barro más representativas del juego de pelota en Monte Albán es el fragmento de vaso efigie que reproduce a un jugador de pelota sentado en actitud de reposo. Los atuendos que porta revelan una alta jerarquía social, así como en la deformación craneal y mutilación dental.

Va ataviado con un tocado con dos discos al centro que evocan la sagrada piedra verde que representa fecundidad, abundancia y vida. Lleva un collar, orejeras de piedra verde y protectores de antebrazo. Destaca su elegante paño de cadera con dos cintas al frente que rematan con discos de piedra verde. Se le identifica por el yugo en su cintura donde se aprecia el cordel de fibra vegetal que lo sostiene y que seguramente pasaba por su espalda y remataba en el otro extremo del yugo.

Bajo su axila se destaca la cabeza de un mono que lleva casco, animal que manifiesta vitalidad, alter ego del dios Toho Ita, Señor del verano, el amor y los juegos. Sobre el muslo del jugador está la cabeza humana de un decapitado que se presenta con los ojos y la boca abierta, su nivel social debió ser importante al llevar finas orejeras de piedra verde. Ambas cabezas, la del mono y la humana, pueden ser interpretadas como la presencia de la vida y la muerte.

Dra. Martha Carmona Macías
Curadora-investigadora, MNA