DICIEMBRE 2019
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Número de Catálogo: 1.4993
Tlatilco, sitio localizado en el occidente de la Cuenca de México, fue, junto con Tlapacoya, uno de los asentamientos tempranos más importantes del centro de México durante el periodo Preclásico o Formativo, entre los años 2100 a. C. y 100 d. C.
Los grupos tempranos de este asentamiento empleaban su cerámica con fines tanto domésticos: guardar, cocinar y servir alimentos, como ceremoniales, en sus festividades y como ofrenda a los muertos. Para elaborar la cerámica usaron los materiales que tenían a la mano, como madera, guijarros, navajas o sus propias manos, y lo hicieron con tal destreza que fabricaron piezas de gran belleza y calidad técnica y artística insuperable. Las formas cerámicas más comunes fueron platos, cajetes, ollas y botellones, aunque también abundaban las vasijas zoomorfas o fitomorfas inspiradas en elementos de la naturaleza; tal es el caso de este botellón en forma de calabaza.
Esta representación bellamente estilizada se localizó en Tlatilco durante la temporada de excavaciones realizada entre 1962 y 1969, y pone de manifiesto la importancia de esta cucurbitácea en la economía de los grupos tempranos. Elaborada con un barro fino y cubierta con un engobe café oscuro pulido, muestra los detalles que la identifican como esta planta mediante aplicaciones de barro dispuestas de manera vertical a partir del inicio superior del cuerpo hasta la base de la pieza, simulando una calabaza madura.
Se ha propuesto que algunas especies de calabazas y guajes fueron los primeros contenedores de bebidas y alimentos, ya que al seccionar este fruto en determinada altura se obtienen las distintas formas de vasijas: olla, tecomate, cajete, jícara, plato, y con el corte transversal se consigue una cuchara. Esto sugeriría que las primeras vasijas cerámicas imitaban las formas y colores de la naturaleza.
Dra. Patricia Ochoa Castillo
Curadora-investigadora, MNA
