DICIEMBRE 2020
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Número de Inventario: 10-0161740
Esta máscara de venado tarahumara, de aproximadamente 100 años de antigüedad, ha sido considerada una pieza única en su tipo dentro del acervo de la colección etnográfica del Noroeste de México, y aunque no se tiene registro de otra máscara similar, es de importante valor histórico.
Fue donada en los años setenta junto con otros objetos y una colección fotográfica que documenta una importante expedición alemana a la Sierra Tarahumara durante la segunda década del siglo pasado. Las fotografías fueron tomadas por el médico alemán Otto Röhr, quien retrató algunos aspectos de la vida cotidiana de los rarámuri, como rituales, técnicas de caza, vivienda, formas de subsistencia, indumentaria, entre otros; así como el majestuoso paisaje serrano. Las imágenes y la relación con los objetos adquiridos en esa expedición, fue de gran utilidad para comprender el contexto de su uso e interpretar asociaciones de su significado.
La máscara fue elaborada con la piel de la cara de un venado, un animal significativo en la región del noroeste mexicano ya que está asociado a mitos, ritos y danzas. Representa la naturaleza y fecundidad, así como el sacrificio ritual; apreciado por sus bondades, por el valor que tuvo cuando la especie proliferaba y podía ser cazado y utilizado como fuente de alimento.
Hoy en día los tarahumaras, principalmente utilizan máscaras elaboradas de madera para la fiesta y danza de matachines, sin embargo, aunque ninguna es parecida a esta pieza, de acuerdo a la cosmovisión rarámuri, posiblemente esté ligada a una danza ritual para la petición lluvia para el cultivo de maíz, conocida como yumare, en la que según los mitos cosmogónicos el venado Chomarí, es quien enseña la danza a los rarámuri.
En esta cultura la danza es un elemento fundamental para la continuidad de la existencia del mundo; ligada intrínsecamente al trabajo agrícola, para que Dios esté contento y crezca el maíz.
El uso y significado de esta mascara es una ventana a un universo que no se termina de descifrar, el mundo rarámuri, y el pequeño destello de una práctica cultural que quizá ya esté extinta.
Mtro. Donaciano Gutiérrez Gutiérrez
Curador-investigador, MNA
Edgar Torres Tavera
Investigador independiente
