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La escultura que podría explicar la caída de Teotihuacan


Escultura de Xalla


** La escultura de mármol más grande que se ha encontrado hasta la fecha en Teotihuacan podría dar luces sobre el colapso de la antigua ciudad.

**Actualmente se encuentra en la bodega del Museo Nacional de Antropología, a la espera de ser integrada a la sala Teotihuacan.



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El colapso y abandono de la ciudad prehispánica más grande e influyente durante el periodo Clásico mesoamericano es, sin duda, una de las preguntas más planteadas por decenas de investigadores, arqueólogos, historiadores de arte y apasionados de la historia de México. ¿Cómo es que La Ciudad de los Dioses, emporio político, económico, comercial, religioso y cultural, cuya influencia llegó a lugares tan lejanos como Tikal, simplemente llegó a su fin?

Durante décadas se han propuesto un sinnúmero de teorías que abarcan desde cambios climáticos, invasiones extranjeras, el deterioro de las redes comerciales, epidemias o revueltas sociales. Pero fue hasta las excavaciones realizadas por la Dra. Linda Manzanilla, en el marco de su proyecto Teotihuacan. Elite y gobierno, que se encontraron las suficientes evidencias y datos arqueológicos para sustentar la hipótesis de que la decadencia de la urbe estaba relacionada con inconformidades sociales que culminaron en una rebelión interna.

El proyecto Teotihuacan. Elite y gobierno contempló excavaciones en el Palacio de Xalla, un complejo que se ubica 230 metros al norte de la Pirámide del Sol y es considerado una de la de las cuatro sedes del cogobierno teotihuacano propuesto por la doctora Manzanilla. El nueve de octubre de 2002, mientras el equipo de arqueólogos excavaba la Estructura 3 ubicada al extremo sur del complejo, fueron descubiertos el rostro, el torso y las piernas de una gran escultura hecha de mármol. En los dos meses siguientes, la cuidadosa excavación permitió recuperar un total de 160 fragmentos que fueron trasladados al Laboratorio del Museo Nacional de Antropología.

Una vez en el museo, el equipo de expertos, liderados por la restauradora del museo Laura Filloy Nadal, limpiaron y unificaron todos los fragmentos hasta lograr que la escultura se mantuviera erguida y estable. Realizaron varios análisis y procedimientos para revelar la policromía original de la escultura y descubrieron que dentro de la boca del personaje había una cuenta de jade que los antiguos teotihuacanos le habrían colocado como corazón simbólico.

Por la posición de la escultura y por la ubicación donde fue encontrada, los arqueólogos tienen dos posibles interpretaciones para saber quién era este personaje. El Dr. Leonardo López Luján afirma que se trata de la representación de un cautivo. Esto lo propone debido a la posición rígida del cuerpo, por los surcos que tiene alrededor de brazos y piernas por donde podría haber estado atado y, por último, por los grabados de dos flechas que atraviesan la pierna y el empeine del personaje. Por otro lado, la Dra. Linda Manzanilla propone que en los cuatro templos que rodean el complejo palaciego de Xalla se albergaban las figuras de cuatro deidades: un dios del fuego al norte, una diosa de las aguas al poniente, un dios de la tormenta al oriente y un dios del monte al sur. En cada templo fueron localizados restos de estas deidades, y al sur, donde se encontró la escultura de mármol, fueron hallados también grandes fragmentos de figuras de montañas o cerros.

Los datos más reveladores durante el proceso de análisis fueron las huellas de golpes  contundentes que se observan en los puntos de unión entre el tronco y la cabeza, los brazos y las piernas, así como evidencia de exposición al fuego directo. Es decir, a esta escultura se le propinaron golpes fuertes y certeros con la finalidad de desmembrar la figura y fragmentarla en trozos pequeños. Finalmente se le prendió fuego a los cuatro templos y a todo lo que había en su interior, por lo que el cuerpo tiene manchas oscurecidas resultado del incendio.



¿Cuál es la relación entre la escultura de Xalla y la caída de Teotihuacan? 

Una de las propuestas de la Dra. Linda Manzanilla respecto a la caída de Teotihuacan es que el grupo dirigente de la ciudad sostuvo una serie de  enfrentamientos con los barrios que gradualmente habían adquirido autonomía propia. Las rencillas fueron escalando a tal grado que la presión social detonó una rebelión interna que buscaba desestabilizar al sistema político gobernante, destruir los centros de poder e invadir las residencias de la elite. La arqueóloga precisa que la caída y abandono de la ciudad de Teotihuacan debió ocurrir en el año 570 d.C., como consecuencia de los acontecimientos acaecidos durante esa rebelión.

En vista de que Xalla era una de las sedes del gobierno teotihuacano, era de esperarse que la destrucción del palacio fuera uno de los objetivos principales del grupo rebelde. La escultura presentaba golpes intencionales propinados con furia; las demás efigies tuvieron un destino similar: fueron arrojados con fiereza lejos de sus templos originales y el resto del palacio fue saqueado, vandalizado e incendiado, tal como lo atestiguan los restos de pisos quemados, vigas carbonizadas y techos colapsados que actualmente registran los arqueólogos.

La escultura de mármol nos habla de este escenario bélico y catastrófico y su contexto sustenta la hipótesis de que la ciudad más grande y poderosa de Mesoamérica encontró su fin en el fulgor de la inconformidad social. Después de este trauma, la ciudad quedó habitada todavía durante un siglo, luego del cual el lugar fue definitivamente abandonado.

 

¿Dónde se encuentra la escultura actualmente?

             La escultura de mármol de Xalla se resguarda en la bodega de la Subdirección de Arqueología del Museo Nacional de Antropología. Desde hace dos años el curador responsable de la colección, Edgar A. Rosales, trabaja en la renovación del guion museográfico y como parte de la reestructuración de la sala espera integrarla como pieza final del recorrido. Será a través de sus marcas y fracturas que se dará testimonio de la revuelta social que condujo a Teotihuacan al colapso y eventual abandono.