AGOSTO 2022
HOME / PUBLICACIONES / PIEZA DEL MES / Fumador cultura Casas Grandes
Esta es una vasija-efigie antropomorfa, es decir, representa a un ser humano. Presenta cuerpo o paredes curveadas que convergen por la parte trasera hacia la boca circular de la olla. Por la delantera tiene los añadidos de piernas, hombros, brazos y cabeza. El codo derecho está apoyado en la rodilla derecha y con su mano sujeta una pipa, faltante, que se coloca en la boca. Está en cuclillas y arrodillado. El brazo izquierdo está apoyado en la rodilla. Según los estudios más desarrollados, la posición es una de las más comunes para estos fumadores que siempre son del sexo masculino. La decoración está pintada en negro y rojo sobre el barro con el que está hecha de color crema o bayo.
Este tipo de piezas se elaboraron en el periodo Medio (1200-1450 d.C..), que marcó el clímax de la cultura Casas Grandes y de su asentamiento principal, la ciudad de Paquimé, hoy en el noroeste de Chihuahua. Desafortunadamente su procedencia exacta es desconocida ya que fue adquirida por el museo en los años cuarenta del siglo XX de un particular que realizó actividades de saqueo arqueológico en Chihuahua. Gracias al registro de las excavaciones donde se recuperaron piezas similares, sabemos que se usaron en ceremonias, ofrendas rituales o funerarias.
Por el frente, en la decoración destaca la franja diagonal en negro con una fila de círculos crema, con un punto negro en el centro que le cruza el pecho. Este elemento se repite en ambos muslos. En todo el brazo derecho presenta un motivo en cuadros negros y crema, estos con un punto negro al centro. Interpretados como granos de maíz. En los lados y parte trasera hay dos escenas similares con pocas diferencias, en la izquierda está lo que se ha identificado como una serpiente con cuernos curveados y desiguales en la cabeza, cuerpo más o menos corto que termina en dos triángulos. Está sobre un personaje acostado y con las piernas hacia arriba.
Se ha propuesto que estos fumadores son chamanes o sacerdotes vinculados al culto de la serpiente cornuda, de fuerte influencia mesoamericana, asociado con la serpiente emplumada, que estaba centrado en la petición de buenas lluvias y cosechas de maíz. Guacamayas rojas y militares (verdes), traídas del sur originalmente y criadas en Paquimé eran fundamentales en dicho culto.
Arqlgo. Enrique García García
Curador-investigador MNA
