Número de Catálogo: 10-0223019

Máscara de Tecuani

Desde época prehispánica, el jaguar ha sido asociado a la oscuridad, a la noche y al mundo subterráneo al cual se accede a través de las cuevas que conducen al corazón de los cerros donde abunda la humedad. Actualmente, la figura del jaguar es resignificada en el tigre (tecuan o tecuani), conservando sus atributos como la piel manchada y sus vínculos al poder y la fertilidad, al igual que el felino prehispánico.

Durante los rituales que se realizan en la comunidad de Zitlala, en el estado de Guerrero, algunos hombres nahuas se invisten de tecuanes y se introducen a las cuevas del cerro Cruzco. En su interior se realiza la transmutación de “hombre-jaguar” convirtiéndose en seres de la alteridad, asociados a la fertilidad de la tierra y al mundo infrahumano. Es por ello que la palabra tecuan en español quiere decir el “come-gente”. 

Los tecuanes se hacen presentes principalmente en la famosa “pelea de los tigres”, la cual se realiza el día 5 de mayo en el centro del pueblo frente al palacio municipal, donde centenares de personas se reúnen para ver el espectáculo. Al medio día una gran cantidad de hombres de los diversos barrios se congregan para llegar juntos a la plaza central, todos portan sus máscaras y trajes completos, listos para enfrentar la batalla. Los enfrentamientos tienen como finalidad propiciar el derramamiento de sangre en ofrenda a la tierra, para que así las cosechas sean más abundantes, igualmente sirve para ahuyentar a las entidades malignas de los campos agrícolas.

La elaboración de las máscaras de tecuani toma un mes aproximadamente. Su forma asemeja un saco, el cual se realiza con cuatro o cinco capas de piel de res curtida para resistir los embates de la pelea, posteriormente se pinta de color amarillo con manchas negras en forma de motas o rayas. En la parte superior sobresalen las orejas largas de felino en color rojo, debajo de ellas dos grandes y saltones ojos, los cuales son representados con un par de espejos. Debido al diseño de las máscaras el portador ve a través de la gran boca situada debajo de los ojos, de ésta sobresalen grandes dientes y una larga lengua, ambos elementos elaborados de piel; su amplitud y profundidad alude a las fauces del inframundo. Por último, los bigotes del felino son elaborados con pelo de jabalí, los cuales sobresalen por toda la parte frontal de la máscara y a los costados.

El tecuani no es exclusivo de los rituales agrícolas. Actualmente se hace presente a lo largo del año en la diversa geografía de los estados de Guerrero y Morelos, en fiestas religiosas y civiles, al igual que en múltiples expresiones como las danzas de conquistas y de tlaminques, en los carnavales y acompañando a los tlacololeros. Sin lugar a dudas su presencia es de suma importancia para la vida ritual de las comunidades nahuas de la región, representando la fertilidad de la tierra.