Número de Catálogo: 17.0-00127

Número de Inventario: 10-0081173

Cuenco de la tradición Mimbres

En la extensa área cultural conocida como Oasisamérica ‒o suroeste de los Estados Unidos‒ se desarrollaron varias tradiciones culturales durante la época prehispánica, una de las más importantes fue la Mogollón, que se extendió sobre los actuales estados de Sonora y Chihuahua en México y en el sur de Arizona y Nuevo México en Estados Unidos. La tradición Mogollón debe su nombre a una serranía ubicada al suroeste de Nuevo México, nombre que aparentemente viene de un gobernador del periodo Colonial. Al sureste de ésta se encuentra el río Mimbres, en cuyas riberas habitó una de las variedades culturales de la tradición Mogollón conocida como la rama Mimbres.

Pese a que la gente de la rama Mimbres habitó dicha región desde el 200 d.C., no comenzaron a decorar con pintura su cerámica hasta alrededor del 700 d.C. Sin embargo, el esplendor de dicha tradición se dio entre los años 1000 y 1150, época en la que elaboran cuencos decorados en negro sobre blanco. En estos cuencos los alfareros y artistas desarrollaron una gran diversidad de tipos de representaciones. Se pueden encontrar una enorme variedad de motivos geométricos que se vinculan tanto a la tradición Mogollón, como a las concepciones del cosmos de las tradiciones de Oasisamérica y Mesoamérica. La representación naturalista es otra de las que aparecen frecuentemente, en la que se muestra una multitud de animales de su entorno natural. También hay una gran variedad de representaciones de actividad ceremonial de diversos tipos de rituales y elementos asociados a éstos. Así como otras representaciones que pese, a poder tener algún elemento ceremonial, parecen estar más centradas en personajes o pasajes mitológicos de su religión.

El cuenco que aquí vemos presenta una representación naturalista en la que se puede observar a una garza pescando y comiendo peces. Un elemento simpático y que nos habla de las convenciones de los artistas de dicha tradición es cómo pintan los peces que ya tragó el ave, los cuales se encuentran alineados sobre su cuello de forma normal, es decir, como si estuvieran nadando o acostados en un plano y no comprimidos en el cuello.

Estas vasijas muchas veces muestran agujeros en la parte central del fondo, los que parece que se hacían como parte de la ceremonia de inhumación del difunto. Este hecho se daba en muchas otras tradiciones culturales antiguas y aparentemente representa que el objeto se “mata” para acompañar al muerto.

Estos cuencos son tan apreciados que generaron una ola de saqueo y destrucción de los sitios arqueológicos de esta región para conseguirlos, lo que muestra que ni siquiera países ricos como los Estados Unidos están a salvo de que el saqueo, falsificación y tráfico ilícito de objetos arqueológicos pueda afectar a regiones enteras impidiendo o afectando seriamente nuestra capacidad de investigar dichas áreas.

Arqlgo. Enrique García García
Curador-investigador MNA