SEPTIEMBRE 2018
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Se conoce como niño de Taung al fósil de un primate infantil bípedo perteneciente al género de los Australopithecus y que fue asignado por Raymond A. Dart a la especie Australopithecus africanus (el término significa mono austral o del sur africano).
El hallazgo, realizado en el año 1924 a unos cuantos kilómetros de Johannesburgo, Sudáfrica, y reportado al año siguiente en la prestigiosa revista Nature, era único en su época puesto que no se conocía ningún animal que mostrara de modo concluyente una transición evolutiva entre los humanos y otros simios: el niño de Taung representó la primera vez que los investigadores observaron a un primate que caminaba erguido.
Se trata de un cráneo que consta de tres piezas: la cara, la mandíbula y un endocráneo. Este último es un trozo de roca caliza que permite observar la morfología del cerebro que se imprimió en la pared interior de los huesos de la cabeza. Es importante señalar que los cerebros de los antropoides existentes –como el chimpancé– son cortos y anchos, mientras que el cráneo de Taung es estrecho y alto; en adición, el cerebro cubre por completo el cerebelo, cosa que no ocurre en el resto de los primates.
La mandíbula exhibe todos los dientes de leche y se observa la erupción casi completa de los molares definitivos. Como en los humanos, los caninos son pequeños y las piezas dentarias posteriores son más cortantes que trituradoras; carece de los portentosos colmillos que se aprecian en gorilas y chimpancés.
El rasgo más notable del fósil consiste en la posición del agujero que une el cerebro con la médula espinal, cuyo nombre técnico es foramen magnum, y que se encuentra en la parte media de la base del cráneo como en los seres humanos, lo que indica que el ejemplar ya tenía una locomoción bípeda. Debido a que los chimpancés cachorros presentan esta misma anatomía, el niño de Taung no se aceptó como evidencia científica de la postura erguida hasta que se descubrieron ejemplares fósiles adultos de esta especie y de otras pertenecientes al mismo género taxonómico.
El asombroso descubrimiento de Taung suele considerarse el acontecimiento decisivo para la fundación de la paleontología humana como ciencia autónoma; promovió las excavaciones profesionales para el caso y reavivó los debates acerca del origen y la cuna de la humanidad.
Dr. Juan Manuel Argüelles
Dirección de Antropología Física
