AGOSTO 2021
HOME / PUBLICACIONES / PIEZA DEL MES / Telar de cintura con faja en proceso
Una de las tradiciones más importantes legadas por las antiguas sociedades mesoamericanas es la elaboración de textiles para la confección de su indumentaria, utilizando técnicas manuales como el llamado telar de cintura, un instrumento de origen prehispánico y ampliamente documentado en códices y crónicas del siglo XVI. En Mesoamérica, esta práctica tuvo una importancia sin igual. Asociada a algunas deidades femeninas, el hilar y tejer era una labor exclusiva de las mujeres, incluso el llamado telar de cintura se consideró una extensión del cuerpo femenino. Idea que permea hoy día en aquellas comunidades donde el tejer textiles es una práctica común, aunque algunos hombres también ya han incorporado el tejido en telar de cintura como actividad primordial logrando textiles de gran belleza.
Entre algunas comunidades de la Sierra Norte de Puebla y la Huasteca veracruzana, como la de Naupan, Cuetzalan del Progreso y Chicontepec, de donde proceden algunas de estas piezas, la indumentaria femenina puede ser observada como una puerta de acceso a las formas de pensamiento, a los códigos culturales subyacentes, a las formas identitarias, a la tradición y memoria de las colectividades. Los nahuas de esta región continúan elaborando en el telar de cintura algunas de las prendas de su indumentaria, entre ellas destacan las fajas, para sostener el enredo.
Los instrumentos que conforman el telar de cintura son aparentemente sencillos, ya que se compone de seis distintos tipos de varas o palos, como los llaman las mujeres, de distintos tamaños y grosor. Otro aditamento que se utiliza para apretar los hilos se llama machete, en náhuatl tzotzopaztli. Para tejer, el telar se amarra en uno de sus extremos a un punto fijo: un poste, un árbol, u otro, y el otro extremo se sostiene de la cintura de la/el tejedor/a con un mecapal, de ahí su nombre de telar de cintura. Para que el tejido sea parejo, el telar debe estar muy tenso. Con esta herramienta, aparentemente simple, se producen textiles de mucha calidad y belleza, piezas difíciles de lograr con otra técnica; pero además el trabajo empleado para producir una sola pieza es mucho más elaborado y complejo.
Para muchos pueblos indígenas, el cuerpo del hombre es un microcosmos, la faja ocupa precisamente la parte media del cuerpo, cerca del ombligo; en términos simbólicos el centro, donde se encuentra el hombre, es el que divide el mundo de arriba y el de abajo: el ámbito inframundano y el celeste; la faja representa el ámbito donde se sitúa el hombre, en el centro. El centro es la parte más importante del cosmos, porque ahí fluyen los tiempos y espacios, donde se genera el movimiento que permite que todo tenga vida. Otro elemento interesante es el relativo al color, en el caso de las fajas de Naupan, éstas son de color rojo, tono asociado a la vida, es el color de la sangre, fluido vital por excelencia. La orilla ondulada simula una serpiente. Este animal ha ocupado un papel de fundamental importancia por su asociación con la fecundidad, la creación y el surgimiento de la vida. En testimonios de algunas mujeres en Naupan, han comentado que la serpiente que se encuentra al final del arco iris tiene una lengua que cuando la muestra parece una faja.
Dra. Lourdes Báez Cubero
Curadora-investigadora, MNA