JULIO 2016 - OCTUBRE 2016
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Cuatro fragatas españolas, Medea, Mercedes, Fama y Clara, cargadas con caudales para la corona española, navegan hacia las costas de Cádiz procedentes de Montevideo. A la altura del Cabo San Vicente, al sur de Portugal, son interceptadas y atacadas por cuatro fragatas inglesas que las esperan dispuestas a detenerlas. Ante la negativa de los mandos españoles de acompañarlas a ningún puerto que no sea español y sin dar apenas tiempo para dialogar, sir Graham Moore inicia el ataque. En medio del inesperado combate, la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes explota violentamente y se hunde al instante. Doscientas sesenta y tres personas mueren como consecuencia de la explosión o ahogadas en los momentos posteriores. La pérdida de esta fragata, en la que viajaban numerosos pasajeros, entre ellos la mujer e hijos del segundo comandante, don Diego Alvear, decanta el combate hacia las naves inglesas que finalmente capturan las tres fragatas españolas y las conducen como detenidas hasta Gran Bretaña.
Dos siglos después de este histórico suceso, la empresa cazatesoros Odyssey Marine Exploration localiza y expolia parte del cargamento de esta fragata, trasladándolo de forma ilícita hasta Florida en el año 2007. Más de 500,000 monedas de plata y oro, además de algunos restos de objetos pertenecientes a la tripulación, son el rico conjunto arqueológico extraído de aquel naufragio hundido a 1,500 metros de profundidad. Se inicia entonces un largo litigio en el que los tribunales estadounidenses al final dan la razón al Estado español al reconocer sus derechos sobre dichos bienes y ordenan su inmediata devolución a España.
Una vez ganado el litigio, el Ministerio de Cultura de España, en colaboración con la UNESCO, impulsó la creación de la exposición El último viaje de la fragata Mercedes, en el Museo Arqueológico Nacional, la cual buscaba destacar la importancia de la protección del patrimonio subacuático y dar a conocer el contexto histórico de la época y las circunstancias del hundimiento del buque de la Armada en 1804. Tras seis meses de exhibición en España, la muestra emprendió un viaje itinerante por varias sedes del mundo, con México, específicamente el Museo Nacional de Antropología, como su primer destino.
En este museo la exposición se organizó en tres apartados. El primero dio cuenta de las circunstancias históricas en las que se produjeron los hechos en torno a la embarcación, entre finales del siglo XVIII e inicios del XIX; los motivos del viaje, la flota a la que pertenecía, su ruta, el carácter del cargamento que transportaba y su “tesoro”, y quiénes fueron algunos de los personajes de la batalla.
En el segundo módulo, el visitante pudo conocer cómo y dónde fue construida la fragata, qué aspecto tenía, cuál era su armamento, cómo fue el combate con la escuadra inglesa, las causas por las que explotó y las consecuencias que tuvo el ataque.
El tercer apartado fue una narrativa del presente: el expolio cometido, lo que ha representado la destrucción de un yacimiento arqueológico, el proceso judicial, la resolución del juicio a favor de España, las actuaciones seguidas tras el regreso de los materiales y, por último, la política dirigida a la defensa del patrimonio arqueológico subacuático y contra el tráfico ilícito de bienes culturales.
La exhibición se complementó con material audiovisual de la batalla, elementos escenográficos de realidad aumentada e interactivos que permitieron al visitante conocer la historia por medio de un viaje al pasado y vivir la experiencia de navegar y combatir en una fragata española en los albores del siglo XIX.
El último viaje de la Fragata Mercedes se presentó en la sala de exposiciones temporales del 1 de junio al 6 de noviembre de 2016 y recibió a 100,393 visitantes.
